¿Eres amante de los perros? ¡Tu respuesta puede ser sí o no, pero tómate unos minutos para descubrir por qué también debes amar a los gatos! Sabemos que son animales curiosos, pero antes de entrar en sus fascinantes comportamientos, tenemos que dar un salto al pasado. Estos simpáticos animales ya vivían con los egipcios a partir del 900-700 a.C. y en el Antiguo Egipto se compraban para donarlos momificados a la diosa Bastet, que creían que se había reencarnado en estas criaturas. Tenía el cuerpo de una joven con cabeza de gato y era considerada la diosa de la maternidad, la belleza, la agilidad, la prosperidad y, según las creencias, protegía a la familia, el parto y los niños. Los egipcios los tenían en casa y los consideraban parte de la familia, tanto que cuando morían se hacía costumbre afeitarse las cejas en señal de luto. Además, los egipcios llamaban a los fenicios “ladrones de gatos”, ya que era su costumbre, cuando llegaban a sus puertos, robar y tener en los barcos algunos gatos, utilizados para defenderse de los ratones o para vender a otras poblaciones ; ¡fueron los fenicios los que los llevaron a Cerdeña! Mahoma también tenía su gata y se dice que un día, para no molestarla mientras que dormía a su lado, prefirió cortarse la manga del vestido. La Edad Media fue la época más difícil para el gato, porque las características que lo habían llevado a ser venerado ahora se interpretaban como demoníacas, por lo que a menudo terminaba en la hoguera junto con las brujas. También fue considerado como la personificación del diablo, y la superstición culpó sobre todo a los gatos negros de traer mala suerte y el hecho de que también cazasen en la oscuridad no era bien visto por los religiosos, tanto es así que el Papa Inocencio VIII excomulgó a todos los gatos. ¡Una historia problemática la de los felinos! A pesar de ello, sus comportamientos no pueden hacer otra cosa que ablandar a quien sabe captar su actitud. ¿Estás listo para descubrir curiosidades que quizás no sabías? Es el animal perfecto para el llamado “pet terapy”, osea el uso terapéutico de los animales de compañía, que también ayudan a las personas solas y a los ancianos, incluidas las personas que sufren de reumatismo. De hecho, el fuse vibra con la misma frecuencia que en la artritis. Un comportamiento interesante es la “danza de la leche”, es decir, cuando con las patas realizan acciones similares a amasar y puede suceder que lo hagan en todas partes, ¡incluso en el vientre de los amos! Este comportamiento instintivo evoca para el gato un recuerdo maternal, pero también puede significar un marcado olfativo, por lo que mezcla su olor con el del dueño comunicándole que es parte de sí mismo. Además, los gatos soplan porque han aprendido a imitar a las serpientes ya que son temidas por muchas especies, y es un comportamiento que los felinos ponen en práctica para demostrar que no están enojados: solo están fingiendo ser animales capaces de matarte. En conclusión, el gato no debe ser considerado como un animal que es poco sociable, ya que tiene su propio carácter que debe ser comprendido, y si tienes la oportunidad de pasar tiempo con él, ¡hazlo y no te arrepentirás!